MENOS
SAL MAS VIDA
La sal es el condimento más
utilizado en la cocina. La sal le pone sabor a todas nuestras comidas que no
sean dulces y permite al organismo mantener
el equilibrio iónico y retener el agua para mantenernos hidratados. Conozcamos más sobre la sal.
La sal marina es la sal procedente de la evaporación del agua
de mar, frente a la sal
gema o sal de roca extraída de minas terrestres. La sal yodada es sal artificial que contiene yodo añadido en forma de la sal yodato de sodio. La sal común o
sal de mesa se yoda para cubrir las carencias nutritivas de este elemento en algunas dietas.
EL CONSUMO DE SAL
La dosis recomendada es de
1500 miligramos diarios, sin embargo regularmente consumimos mucho más que eso.
Las comidas procesadas, las que tienen quesos, comidas rápidas, embutidos, encurtidos,
salsas entre otros son comidas ricas en sal. Es erróneo pensar que los alimentos saben
mejor con sal o mucha sal, lo que sucede es que hemos acostumbrado a las
papilas gustativas a ese sabor y cuando nos alimentamos con poca sal pensamos
que no tiene sabor. Es difícil evitar la
sal, pero debemos controlar su consumo y
utilizar sustitutos que incrementen el sabor de nuestros alimentos como
hierbas, ajo, especies, limón, vinagre, entre otros. Reduzcamos el consumo de sal y nuestras
papilas gustativas se acostumbrarán a nuevos sabores, con el tiempo cuando
lleguemos a consumir un alimento con alto contenido de sal nos parecerá
desagradable.
La sal ayuda a regular el
volumen y la presión sanguínea. Facilita la digestión, ayuda a mantener el
nivel de líquidos corporales que perdemos con la sudoración y la orina, permite
la transmisión de impulsos nerviosos, la actividad muscular, regula el ritmo
del músculo cardíaco, contribuye con la
adecuada absorción de potasio, previene la aparición de calambres musculares,
permite la absorción de los nutrientes en el intestino, evita el exceso de
salivación, estimula las glándulas suprarrenales que segregan una hormona que
juega un papel importante en el metabolismo y regula el sueño.
LO QUE SUCEDE AL CONSUMIR
MUCHA SAL
El exceso de sal en
nuestra alimentación nos hace retener el agua y puede ser peligroso para las
personas que sufren de hipertensión ya que son susceptibles a un aumento de la
presión sanguínea causada por la sal. Las personas que padecen de enfermedades
renales, no pueden consumir sal. El exceso de sal contribuye al deterioro de la
memoria ya que daña las paredes de los pequeños capilares del cerebro.
La sal no aporta calorías
por lo que no engorda. Sin embargo la sal contribuye a la retención de líquidos
y esto hace que el cuerpo retenga más agua y por lo tanto pese más, sintiéndose
hinchados. El tomar suficiente agua ayuda a la
eliminación del exceso de sal.
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